miércoles, agosto 30, 2006

Katrina: caos y descuidos de Bush

Extractos de una noticia publicada en el sitio de la Mesa Redonda de Cuba, nos da una idea de la verdadera cara de aquellos que se autonombran "protectores del mundo", sería mejor llamarlos "colonizadores del mundo". Pero deben saber que en América Latina la resistencia se fortalece y haremos retroceder al "Gigante de las 7 leguas". Nos ofrecen un futuro de TV que ni siquiera ellos tienen, y aquellos que lo alcanzaron viven atrapados en el consumismo, cada vez mas enajenados, ¿es la felicidad tener una aspiradora nueva?, yo no lo creo.

Con su alto poder destructivo, el huracán Katrina, ocurrido hace un año, demostró con creces la incapacidad y desinterés del gobierno del presidente George W. Bush para atender a los damnificados por ese fenómeno y encarar la reconstrucción de las zonas afectadas. El saldo no podía ser peor, según cifras oficiales: alrededor de mil 500 muertos por las inundaciones, otros miles de desplazados y pérdidas económicas que superan los 100 mil millones de dólares. Ante esa triste realidad, muchas personas se preguntan: ?si las autoridades estadounidenses hubieran actuado de forma previsora y con agilidad cuando el 29 de agosto de 2005 el ciclón azotó a Nueva Orleans, no se hubieran evitado al menos esas pérdidas de vidas?. Precisamente un documental exhibido en Estados Unidos incluye la advertencia por funcionarios de los servicios de emergencia un día antes de los embates en el sentido de que la tormenta podría destruir las barreras que protegen a Nueva Orleans de posibles inundaciones. Funcionarios, entre ellos el director del Centro Nacional de Huracanes en Florida, también alertaron a Bush y a su secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, sobre el peligro de que "Katrina" destruyera el estadio techado "Superdome", de Nueva Orleans, y causara una elevada mortalidad. Sin embargo, el mandatario se desentendió al parecer de estos llamados, y ahora, ante la proximidad de las elecciones legislativas de noviembre, intenta retomar el tema con "promesas de ayudas" y visitas programadas a los sitios donde ocurrió la catástrofe. A las acusaciones por negligencia contra el mandatario Bush, se suman las que culpan a su administración de mantener prejuicios raciales contra las comunidades negras, destruidas casi en su totalidad por el ciclón. Cabe recordar las declaraciones del alcalde de Nueva Orleáns, Ray Nagin, quien señaló recientemente que el atraso en las colaboraciones para restaurar instalaciones en esa demarcación se debe a prácticas oficiales burócratas y raciales. Ello ocurre a más de 40 años de haber sido promulgada una ley antisegregacionista en el país. La tormenta, con magnitud cinco en la escala Zaffir Simpson, reveló el lado débil de Estados Unidos en sus relaciones con la raza negra y las clases sociales, según el edil.

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