jueves, septiembre 28, 2006

Hoy caminando por las calles de la Habana, respirando sus olores tropicales, oyendo la jerga de sus pobladores, llenándome de un Sol que parece esforzarse en derretir al transeunte, fui testigo de un hecho singular, imposible de encontrar en otro lugar que no fuera esta isla donde los sueños de la humanidad parecen haberse hecho realidad. Vagaba yo sin rumbo, cuando un niño de apenas unos 6 años, de la mano de la que a todas luces era su abuelita, se separó de ella y a todo correr se dirigió a un busto de Martí y colocó junto al héroe caido una sencilla flor, de esas que se dan en todas partes. Cumplida su misión, dijo adiós al bronce sin vida y corrió a reunirse con su abuela, tal vez fue el calor del mediodía, pero puedo jurar que vi a la estatua sonreir mientras el niño agitaba su mano en señal de despedida, como si hubiera vuelto de la muerte para agradecer aquel tributo, mejor aun, como si no hubiera muerto nunca, para poder agradecer el tributo eterno que le rinden los cubanos hijos de la libertad.
Así es Cuba, los héroes de pasadas epopeyas viven junto al pueblo que vive su eterna batalla por la libertad, para conservar lo logrado y mejorar cada vez más.

miércoles, septiembre 27, 2006

Ternuras tiernas

Hoy quiero hacerles un regalo que no es mio pero es de todos, es un artículo publicado en una de las secciones más ocurrentes del diario Juventud Rebelde. Cuba tiene una intelectualidad que brilla a nivel mundial y dejarla de mencionar en esta bitácora donde se muestran las verdades de Cuba sería un crimen. disfruten de este ¨regalo de jueves¨.


Por: Guillermo Cabrera
Correo:
teclaocurrente@prensaip.co.cu
13 de julio de 2006 09:05:42 GMT

Ternura
No es ternura el fuego de una pasión, sino la suavidad de una caricia. No es ternura el oleaje que se desborda, sino el beso del cielo con el mar. No es ternura la montaña que nos sobrecoge, sino la macetica de violetas africanas perfumando en la ventana, al estilo Katiuska. No es ternura lo grandioso, sino el detalle.
No es ternura lo que se da, sino lo que trasluce. No el sol que calcina, sino la luna embrujada. El fuego que abraza, sino el leño que se consume. No es ternura lo que sobresalta sino la insinuación.
La ternura vitaliza al viejo, duerme al niño, desarma al hombre. Parece por momentos olvidada, y hay que revivirla para hacer que la vida sea inolvidable.
La ternura parece pequeña y agranda el corazón. El beso sincero, el apretón cálido de manos, el abrazo inesperado, la mirada llena de cariño que dice: «¡Estoy aquí!» La ternura es frágil. En los niños abunda. La caricia no reclama caricia. Crecemos y olvidamos. Intentemos revivirlas. Está en las pequeñas cosas cotidianas. (anónimo)
Graffiti
AQN: ¿Recuerdas cuántos besos debes darme antes de dormir? SOS
rsmcda: Un amigo leal no es feliz, si no ve feliz a su amigo. Ánimo, amigo. Aquí me tienes. Tu eterna amiga
Jesabell: En la sinfonía de mi corazón eres la partitura. Si no te tengo seré un eterno desafinado. Sergio
María Teresa: Si la soledad tuviera tu nombre, le cediera mi último pecado a Dios. Roswel
Adriancito: Cuando te adormeces junto a mí, no me quedan dudas de que aún existe amor. Tu amorcito
1101 (UCI): Dos meses lejos. Llevaremos los recuerdos que nos ayudaron a vivir el curso: las peleas de Yoel, el resabio de Sergio, las discusiones con Genma, la discordia con Yaliana y el ímpetu de salir adelante. Adiane
YAI: cada noche con tu cordura y mi locura hasta la luna llegamos. JL
Ada: Pese al silencio de tus ojos, y la ausencia de tu voz, te amo. Dionisio
Regalo de jueves
La anticoncepción es hacer el amor sin hacer el niño. La fecundación in vitro es hacer el niño sin hacer el amor.
El aborto es deshacer el niño. Y la pornografía es deshacer el amor. Jérôme Lejeune

Arrecia EE.UU. campaña contra elección de

En declaraciones al diario The Wall Street Journal, la secretaria de Estado Condoleezza Rice, intentó desacreditar a Caracas, al alegar que ese órgano de Naciones Unidas resultaría inviable con su presencia. "Sería el fin del consenso en el Consejo de Seguridad. Ese es un asunto serio", indicó Rice. ¿Por qué le preocupa tanto a los Estados Unidos tener a Venezuela en el Consejo de Seguridad de la ONU, temen tal vez no ser capaces de hacer lo que les venga en gana?.
La historia de la guerra de Iraq nos muestra que a los Estados Unidos no le importa la posición de la ONU. Este organismo internacional se ha convertido en algo que los yanquis utilizan en su beneficio, como lo demuestran las votaciones año tras año para levantar el bloqueo que esta nación le ha impuesto al pueblo cubano, en cada ocación las votaciones van de más de 100 a favor de eliminar al bloqueo contra menos de 10 por mantenerlo, pero el derecho al veto de los yanquis hace imposible aprobar las resoluciones. ¿Son acaso los USA los paradigmas de la justicia? Una pequeña mirada a los diarios del mundo nos demostrarán lo contrario.

El domingo, el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aseguró que, de ser electo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, su país se opondrá a la política de injerencia internacional de Washington.

"En ese mesón grande del Consejo de Seguridad vamos a oponernos radicalmente a las pretensiones de Estados Unidos de acabar con el mundo, de invadir a pueblos, masacrar a gente y desconocer las soberanías de las naciones", precisó.

Es hora ya de poner un freno al ¨gigante de las 7 leguas¨, el mundo no le pertenece, es hora de que los pobres de la tierra alcen sus voces y tomen el lugar que les pertenece.

martes, septiembre 19, 2006

Tomado de Granma
En Cuba se localizan las mejores evidencias halladas en toda el área del Caribe sobre el presunto choque de un enorme asteroide contra la Tierra, ocurrido hace alrededor de 65 millones de años, en la zona de Chicxulub, en la Península de Yucatán. Luego de analizar durante más de cinco años los sedimentos rocosos relacionados con el límite entre los periodos Cretácico y Terciario, investigadores del Museo Nacional de Historia Natural, y de la Universidad de Tokio, encontraron que las más completas muestras de rocas asociadas a aquel suceso localizadas en la región se ubican en puntos de las provincias de Pinar del Río, La Habana y Matanzas...
Fin

Esta noticia me trae una reflección: ¿Necesitamos nosotros como especie humana un evento como este para comprender todo el mal que nos hacemos a nosotros mismos?
Las guerras asedian al mundo, las grandes potencias, cual carnívoros territoriales se niegan a que los paises en desarrollo acupen el lugar que sus esfuerzos le merecen. No hemos avanzado mucho desde la era de los dinosaurios, tal vez hemos retrocedido, incluso el T Rex mataba cuando tenía hambre o tenía que defenderse, cuidaba de sus hijos; hoy en día la nación más ¨desarrollada ¨ del planeta mata para poder estabilizar su situación económica, envía a sus hijos a la muerte en nombre de una falsa democracia, una democracia donde no son más que escalones para los más fuertes.
Es interesante ver el mundo desde mi posición de cubano, en mi tierra ocurren cosas feas que nos esforzamos por evitar y erradicar, pero en la mayoría de los paises ¨democráticos¨ , la barbarie es parte normal de la vida, se mira con indiferencia a las prostitutas vender su cuerpo, el tráfico de sueños es cosa común, las esperanzas se compran y se venden, los niños son objetos u obreros asalariados que riegan día a día el suelo con su sudor y muchas veces con su sangre.
Encender la tele en las mañanas es casi ver una película de Rambo, donde el superhéroe americano mata a los extranjeros terroristas. Las imágenes que llegan de Iraq, Afganistán y otras partes del mundo dan escalofríos.
La guerra y los males sociales inundan el mundo , ¿no es hora ya de detener esta locura?, Solo unidos podremos hacer de este un mundo mejor, recordemos que estamos en el siglo XXI, que somos seres humanos, que podemos convivir en paz.


viernes, septiembre 15, 2006

Recibió Fidel a Kofi Annan

Tras unos días de ausencia, regreso con exelentes noticias para todos los revolucionarios del mundo: ¨Tenemos Fidel para rato¨. El líder cubano, aunque todavía en estado de recuperación, se mantiene en su labor por la igualdad plena del hombre y sus derechos.

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz recibió en la noche de ayer al Excelentísimo Señor Kofi Annan, Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, poco después de su llegada a Cuba.

En el fraternal encuentro, el Presidente cubano y el máximo representante de la ONU intercambiaron opiniones sobre la relevancia de la Cumbre de los Países No Alineados y otros importantes temas internacionales como la situación del Oriente Medio y la realidad actual de África.

El Comandante en Jefe agradeció a Kofi Annan su presencia en Cuba y le obsequió un ejemplar autografiado de la segunda edición cubana del libro "Cien Horas con Fidel" y el folleto con la versión en inglés del capítulo 24 de ese libro. En una de las dedicatorias expresó: "A Kofi Annan nuestro infinito reconocimiento".

Estuvieron presentes en el encuentro, que duró una hora, el Ministro de Relaciones Exteriores Felipe Pérez Roque y el embajador cubano ante la ONU, Rodrigo Malmierca.
Fin

Esta Cumbre marcará un hito en la integración de los pueblos, los ¨olvidados¨ por las potencias desarrolladas elevarán sus voces como nunca antes y la verdad se abrirá paso.
El mundo entra en la era de la integración, seamos dignos exponentes de ella, globalicemos el amor, el internacionalismo, la cooperación.

jueves, septiembre 14, 2006

Relato de la nueva gran batalla de Fidel

Tomado de página 12.
El líder cubano mostró cómo evoluciona su recuperación en el encuentro con el diputado argentino. También elogió a Hugo Chávez por su lucha para ingresar al Consejo Permanente de la ONU y por aliarse a sectores medios para “hacer los cambios democráticamente” y mostró su preocupación por terminar de editar sus memorias en vida.
Por Miguel BonassoDesde La Habana

Me había preparado para verlo, pero la realidad fue mucho más fuerte. Incluso le llevaba de regalo un ordenador de viaje. Es decir una suerte de cartuchera de cuero argentino, que en su interior tiene espacios predeterminados para papeles, tarjetas, pasaje, pasaporte, anotaciones varias, todo lo que necesita un viajero. Sé muy bien que Fidel Castro no lleva tarjetas de crédito ni dinero en sus travesías por el mundo, pero el modesto presente encerraba un mensaje subliminal: “Espero que pronto esté bien para volver a viajar”.
Pero una cosa es lo que uno imagina, teme, desea, y otra bien distinta el hecho en sí. De pronto el llamado telefónico: “Esté a tal hora en tal lado”. Y nada más. Podía ser que lo viera personalmente o podía ser que me encontrara con algunos de sus hombres de confianza en una reunión preparatoria. No podía creer en mi buena suerte: era el primer invitado a la Cumbre del Movimiento de los No Alineados que tenía el privilegio de ver al Comandante en su recuperación, como ya lo habían visto antes de la Cumbre Hugo Chávez y Evo Morales.
Estaba tan aturdido que olvidé hasta una elemental libreta de notas por si tenía la suerte suplementaria de que me hiciera una declaración.
Pero al llegar a la cita supe que lo vería. Con sus colaboradores más cercanos recorrí el pasillo como en un travelling cinematográfico donde el visitante ve intensificarse la realidad a medida que avanza: al comienzo los hombres de su custodia vestidos de verde oliva, luego su médico personal siempre derrochando bonhomía, al final del largo corredor un trío compuesto por dos mujeres y un hombre alto, los tres de guardapolvo blanco. ¿Médicos, enfermeros? Por fin una señora muy amable que me introdujo en la habitación. Un cuarto austero, blanco, totalmente despojado de adornos. Fidel, que estaba sentado en una cama, con una mesa blanca y móvil por delante, se puso de pie para darme un abrazo.
Vestía una bata color vino y un pijama haciendo juego y, por suerte, era el Fidel de siempre. Más delgado, es verdad, pero no tanto como lo habían mostrado unas fotos recientes.
“Perdí cuarenta y un libras –me recordó–, pero estoy recuperando peso. Ya casi la mitad de lo que perdí.”
Muchos kilos para quien ya parecía un hidalgo español de prosapia cervantina y ostenta ahora un perfil quijotesco.
Nos sentamos para charlar. Eran las once y media de la mañana habanera de ayer y afuera reverberaba la canícula. El nudo que yo traía en la garganta se aflojó de golpe: puede sonar increíble, pero Fidel estaba tan lúcido y filoso como siempre. El mismo tono confidencial de conspirador que el oyente debe desentrañar, las mismas señas misteriosas o las acentuaciones gestuales de algún hallazgo verbal, alguna orden a sus colaboradores en voz bien alta, para demostrar que puede regresar a la oratoria en cualquier momento.
“Ves”, subrayó. “Puedo hablar en voz bien alta si quiero.”
Pasó un rato largo antes de que me hiciera la confesión que carga de peso existencial esta nota. Arrancó como siempre, apasionado por los hechos colectivos, políticos, poniendo lo personal en un tercer o cuarto plano de sombra. Estaba entusiasmado con el hecho de que Venezuela gane la batalla para ocupar un sitial en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. “Genio y figura”, pensé. El tránsito por la enfermedad y la presencia cierta de la muerte no han disminuido un ápice la intensidad de sus sueños y obsesiones.
“No van a poder bloquear el ingreso”, aseguró. Y subrayó que su gran amigo Hugo Chávez Frías se ha convertido en un líder mundial. “Chávez ha ido creando un modelo indestructible. No es portador de un socialismo extremo, sino realista. Indiscutiblemente va a tener éxito en crear un gran partido que reúna y represente a todos los revolucionarios venezolanos. Los diversos partidos que lo apoyaban han respondido bien a su convocatoria para lograr la unidad. Además –agregó– ha prometido realizar todos los cambios democráticamente, consultando al pueblo. No es extremista. Ha prometido cooperar con las capas medias y el respeto y la colaboración con las empresas privadas que acaten los principios de la revolución. Además ha desarrollado programas sociales que no tienen paralelo en el mundo y que lo convierten en un líder imbatible. Pienso que un pueblo tan saqueado como el venezolano merece este cambio. Y veo con alegría el impulso hacia la integración de América latina, en la que Venezuela será un ejemplo de lo que se puede hacer cuando un país pone sus recursos al servicio del pueblo. Chávez no sólo usa bien esos recursos sino que los multiplica con medidas fiscales que antes no se tomaban.”
Después abordó el tema de la “Operación Milagro”, uno de los programas de salud que más lo apasiona. Y lo hizo con la misma intensidad de siempre. Como si no hubiera pasado por el filo de la navaja dejando en terrible suspenso a millones de personas. Recordó que en apenas dos años, unos 400 mil latinoamericanos habían sido operados de cataratas, pterigium y otras enfermedades de la vista con la nueva técnica oftalmológica desarrollada por los médicos cubanos. Y que todas esas operaciones, muchas de las cuales se habían llevado a cabo en Cuba, habían sido gratuitas, en beneficio de los latinoamericanos más pobres.
Al rato Fidel me ofreció más café, mientras nos sacaban un montón de fotos. Con su sempiterno entusiasmo, me comentó admirado: “Son increíbles estas cámaras digitales”.
Nos íbamos acercando a la confesión. Sobre la mesa había un libro voluminoso. La portada sobria, bien realizada, anunciaba Cien horas con Fidel. Y abajo: “Conversaciones con Ignacio Ramonet. Segunda edición. Revisada y enriquecida con nuevos datos”.
Algunos meses antes había visto con inocultable envidia la primera edición de esa megaentrevista en la que el líder cubano pasa revista a su vida y a la historia mundial que lo destaca como uno de sus principales protagonistas. En junio último, el Comandante me había mostrado sus correcciones manuscritas a las respuestas de la primera edición. Las preguntas de Ramonet, obviamente, habían sido respetadas por el entrevistado. A fines de julio, cuando volví a verlo en Córdoba, viajaba acompañado por las pruebas de página, en pleno proceso de revisión y aumento. Pero nunca hubiera imaginado lo que ocurrió tras la operación del 27 de julio.
“Lo seguí corrigiendo en los peores momentos –musitó–. No paré de corregirlo. No creas que lo hice cuando mejoré. Desde los primeros días. Y lo hice no sólo por su contenido sino porque le había prometido al pueblo que lo revisaría antes de publicarlo. Así que pasé muchas horas dictándole a Carlitos (Valenciaga, su secretario). Muchas horas.”
Entonces me miró, con los ojos muy abiertos y esa expresión como de asombro que le redondea la boca cuando tira un dardo decisivo, para aclarar en un tono profundo, pero despojado de énfasis y dramatismo:
“Quería terminarlo porque no sabía de qué tiempo dispondría”.
La sombra del gran límite, de la imposibilidad de toda posibilidad, anidaba todavía en el fondo de la mirada como un fondo de café. Comenté:
“Otra gran batalla”.
Asintió en silencio y agregó:
“Estas cosas te las cuento como amigo y escritor”.
Después se excusó de no poder regalarme el libro por razones protocolares, hasta entregar una copia a los jefes de Estado que concurren a la reunión del Movimiento de No Alineados. A nuestro lado, el infatigable Carlitos Valenciaga –el joven colaborador que leyó la histórica proclama sobre el traspaso de poderes– ponderaba algunas incorporaciones a esta nueva edición aumentada:
“Hay cartas inéditas a Sadam Hussein recomendándole que se retire de Kuwait. Las cartas a Nikita Kruschev contextualizadas”.
Sobre la mesa blanca había también un folleto reproduciendo la portada del libro con la siguiente leyenda: “Capítulo 24 - Los sucesos de abril de 2002 y otros temas de América latina”.
“Está traducido a nueve idiomas”, aclaró Valenciaga. Pedí uno para reproducirlo como anticipo en Página/12, después que se le entregara a los jefes de Estado. En particular a dos amigos fieles que el Comandante aguarda con impaciencia: Chávez y Evo Morales. En ese capítulo 24, además de las intimidades del fallido golpe contra Chávez, el lector encontrará interesantes reflexiones sobre los militares nacionalistas y progresistas de América latina, como Omar Torrijos, Juan Velasco Alvarado o el propio Juan Domingo Perón. Y referencias agudas a la derrota de Carlos Menem y el triunfo de Néstor Kirchner en 2003.
Se acercaba el momento de la despedida. La charla se había prolongado durante hora y media. Fidel señaló el modesto televisor que tenía frente a la cama (nada de plasma ni equipo estereofónico) y comentó:
“La tele está cada vez más violenta. Todo es de una violencia extrema. Todo es publicidad y violencia. Desde las ficciones hasta los noticieros internacionales”.
Le dije, con total sinceridad, que me iba muy contento de verlo tan bien.
“Todo en su justo medio”, advirtió, mientras me daba un apretón de manos. “No hay que olvidar que la máquina a reparar ya tiene ochenta años.”

viernes, septiembre 01, 2006

Irán decidido a resistir presiones de Occidente en tema nuclear

Esta noticia me hace pensar en por qué las mayores potencias nucleares del mundo le niegan a paises pobres la posibilidad de disfrutar de la energía nuclear con fines pacíficos, ¿será que hay paises buenos para usarla y paises malos?. Todo pueblo tiene el derecho de escoger su vía de desarrollo mientras cumpla con los tratados internacionales. ¿Son ahora las potencias occidentales quienes deciden lo que es mejor para el resto del mundo?

TEHERÁN, 31 de agosto.— El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, afirmó que las grandes potencias se equivocan si creen que podrán obligar a Irán a dar marcha atrás en sus logros en el tema nuclear, reportó AFP.
El mandatario intervino poco después de la publicación del reporte de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA), constatando que Irán no había suspendido el enriquecimiento de uranio a pesar de la exigencia del Consejo de Seguridad de la ONU de hacerlo antes del 31 de agosto.
Ahmadinejad no hizo, sin embargo, referencia directa a ese documento.
"Tratan de privar a Irán de la tecnología nuclear civil (...), piensan que adoptando resoluciones pueden obligar al pueblo iraní a dar marcha atrás, pero se equivocan", dijo a la agencia oficial Irna.
"Resistir las presiones internacionales y defender los logros nucleares son la mejor opción de Irán en el tema nuclear", dijo por otro lado ante la televisión del Estado.